Aún recuerdo la
primera vez que monté en bici, iba con los conocidos “ruedines” hasta que mi
padre me los quitó, en ese momento pensé que jamás volvería a coger una bici.
Pasé muchos días
pedaleando con mi padre detrás agarrando el sillín, miraba para atrás para
asegurarme que seguía agarrándome, y lo veía a los lejos diciéndome “sigue sola! Sigue sola”, pero nada…
perdía el equilibrio y al suelo. Le pedía un solo “ruedín” y su negativa era
constante…
Así tras muchas horas
y caídas conseguí por fin mantenerme sola!
Este recuerdo me ha
ayudado a inspirar este post, estilo sobre ruedas?
A.D.A
Qué feliz serás después de recibir tantas y tantas atenciones de la gente que te quiere. Esto demuestra una vez más la gran persona que eres. Cuidate para siempre y no cambies. Esa feliz sonrisa te hace especial y la gente que te rodea recibe de tí ese toque de varita mágica que siempre llevas contigo.
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